Pautas alimenticias
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
(Génesis 1:1).
En el relato Bíblico de la creación podemos encontrar
cual fue la dieta original que Dios dispuso para el hombre,
antes de que el pecado entrara en el mundo.
Génesis 1:29 – “Dios dijo además: ‘He aquí que os he
dado toda planta que da semilla que está sobre la
superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto
lleva semilla; ellos os servirán de alimento.”
Ejemplos de “plantas que dan semillas”: trigo, cebada,
arroz, centeno, avena, quinua, maíz, (plantas que forman
espigas y dan semillas), etc. Es decir: CEREALES.
Ejemplos de “árboles cuyo fruto llevan semilla”: durazno,
uva, manzana, tunas, etc. Es decir: FRUTAS.
También tenemos las OLEAGINOSAS: aguacate,
nueces, almendras, avellanas, ajonjolí, maní,
coco, etc.
Esta dieta original de cereales, oleaginosas y frutas era
necesaria para el sustento físico de Adán y Eva.
Pero además del sustento físico, Adán y Eva tenían el acceso
al árbol de la vida para prolongar la vida física que Dios le
había dotado al hombre Adán:
Génesis 2:9
– “Jehovah Dios hizo brotar de la tierra toda clase
de árboles atractivos a la vista y buenos para comer;
también en medio del jardín, el árbol de la vida
y el árbol del conocimiento del bien y del mal.”
Es importante también notar que, antes de la caída por
el pecado, Adán tenía 0% de egoísmo, tenía capacidad para
amar y tenía la ley de Dios escrita en su mente y su corazón.
Es decir, el hombre tenía 0% de Gálatas 5:19-21
y tenía 100% de Gálatas 5:22-23.
La Dieta Después Del Pecado
– “La transgresión de la ley de Dios, de la ley de amor,
fue lo que trajo consigo dolor y muerte. Sin embargo,
en medio del sufrimiento resultante del pecado se manifiesta
el amor de Dios. Está escrito que Dios maldijo la tierra
por causa del hombre (Génesis 3:17). Los cardos y
espinas, las dificultades y pruebas que colman su vida
de afán y cuidado, le fueron asignadas para su bien, como
parte de la preparación necesaria, según el plan
de Dios, para levantarle de la ruina y degradación
que el pecado había causado. En la naturaleza misma
hay mensajes de esperanza y consuelo. Hay flores en
los cardos, y las espinas están cubiertas de rosas.”
Génesis 3:17-19 –
“… sea maldita la tierra por tu causa. Con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida; espinos y cardos
te producirá y comerás plantas del campo. Con el sudor
de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo
volverás.”
Después de la caída, Dios agregó a la dieta original:
“comerás plantas del campo.” Y el hombre perdió el
derecho a la vida eterna y el derecho al árbol
de la vida.
Génesis 3:22-24
– “Y Jehovah Dios dijo: -He aquí que el hombre
ha llegado a ser como uno de nosotros,
conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que
no extienda su mano, tome también del árbol
de la vida, y coma y viva para siempre.
Y Jehovah Dios lo arrojó del jardín
del Edén, para que labrase la tierra de la que
fue tomado. Expulsó, pues, al hombre y puso
querubines al oriente del jardín de Edén,
y una espada incandescente que se movía
en toda dirección, para guardar el camino
al árbol de la vida.”
Por la transgresión a la ley de Dios, Adán paso
a tener 100% de egoísmo y 0% de amor,
0% de Gálatas 5:22-23 y 100% de Gálatas 5:19-21.
El hombre perdió el don de la TEMPERANCIA,
perdió el DOMINIO PROPIO.
– “Al salir del Edén para ganarse el sustento labrando
la tierra bajo el peso de la maldición del pecado, el
hombre recibió permiso para comer también
“hierba del campo”.
(Génesis 3:18).
Los cereales, las frutas carnosas, las oleaginosas
y las legumbres constituyen el alimento escogido
para nosotros por el Creador. Preparados del
modo más sencillo y natural posible, son los comestibles
más sanosy nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia
y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen
alimenticio más complejo y estimulante.”
Ejemplos de “hierbas del campo”: acelga, apio, cilantro,
col, perejil, espinaca, etc., las hortalizas, las leguminosas,
las legumbres: frejol, garbanzos, chochos, (todo lo que
forma vaina), etc.
Con la caída por el pecado, el hombre perdió el acceso
al árbol de la vidaque servía para prolongar su vida física.
Por lo tanto comenzó en el hombre el envejecimiento, la
degradación (tanto mental como física), el desgaste, el
cansancio… la muerte.
– “Para que poseyera una existencia sin fin, el hombre debía
continuar comiendo del árbol de la vida. Privado de este
alimento, vería su vitalidad disminuir gradualmente hasta
extinguirse la vida.”
Por el pecado, Dios privó al hombre del árbol de la vida, pero
no lo privó de los demás árboles. Dios agregó a la dieta las
verduras para que estas le pudieran dar la vitalidad perdida
al perder el derecho al árbol de la vida. Es decir, las verduras
debían servir al hombre para ayudar a combatir el
envejecimiento, la degradación (tanto física como mental)
y el cansancio.
Ejemplos: el apio es diurético; la espinaca es muy buena
para el intestino, para el estreñimiento; el zambo depura
los tóxicos; el zapallo ayuda a limpiar las articulaciones y
sirve de laxante, etc.
Es decir que un menú saludable para
el hombre debe de consistir en:
- hidratos de carbono,
- proteínas vegetales,
- grasa vegetal,
- vitaminas y minerales.
Ejemplos de cada grupo:
- cereales… papa, maíz, avena, frejol, etc.
- vainas, legumbres… habas, arvejas, lenteja, soya, etc.
- aguacate, ajonjolí, etc.
- frutas y verduras.
Es importante notar también que hay que aprender
a combinar adecuadamente los alimentos.
¿Cuándo comenzó el hombre a consumir CARNE?
La descendencia de Caín, antes del diluvio, comía carne. Pero
el consumo de carne no había sido autorizado por Dios.
Génesis 6:5 –
“Jehovah vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra,
y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón
era de continuo sólo al mal.”
“Gozaban matando los animales; y el consumo
de la carne como alimento los volvía aún más
crueles y sedientos de sangre, hasta que llegaron
a considerar la vida humana con sorprendente indiferencia.”
Como vimos anteriormente, el hombre al caer en el pecado perdió
los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23) y estos fueron reemplazados
por los frutos de la carne (Gálatas 5:19-21). Entre esos dones,
el hombre perdió el dominio propio y pasó a ser
intemperante.
Fue por causa de su intemperancia que el hombre comenzó
a comer carne. Y el consumo de la carne aumentó su maldad.
Naturalmente, todos somos intemperantes, pues somos
descendencia de Adán. Debemos concientizarnos sobre nuestra
intemperancia en este tiempo de gracia que Dios nos otorga,
si es que de verdad queremos aprovecharlo. Es una batalla contra
nuestro propio YO, es una batalla contra nuestra propia persona.
¿Cuándo autorizó Dios que el
hombre consuma CARNE?
El diluvio
Después del diluvio (Génesis 7:1):
Génesis 9:3-4 –
“Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento.
Del mismo modo que las planta, os lo doy todo. Pero no comeréis
carne con su vida, es decir sangre. Porque ciertamente por vuestra
propia sangre pediré cuentas. Pediré cuentas a todo animal y al
hombre. Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre.”
Después del diluvio Dios autorizó el consumo de la carne, pero
también ratificóGénesis 1:29 y Génesis 3:18: “del mismo modo
que las plantas.”
Cabe mencionar también que en Génesis 9:4 Dios prohibió
el consumo de sangre. Es decir que los animales que se iban
a consumir debían ser desangrados.
¿Con qué propósito autorizó
Dios el consumo de CARNE?
Antes del diluvio:
Génesis 5 –
Adán vivió 930 años, Set vivió 912 años, Enós vivió 905 años,
Cainán vivió 910 años, Mahalaleel vivió 895 años, Jared vivió 962 años,
Enoc vivió 365 años (luego Dios lo llevó consigo al cielo),
Matusalén vivió 969 años, y Lamec vivió 777 años.
Después del diluvio:
Génesis 11:10
Sem vivió 600 años (nació antes del diluvio),
Arfaxad vivió 438 años, Sélaj vivió 433 años,
Heber vivió 464 años, Peleg vivió 239 años,
Reu vivió 239 años, Serug vivió 230 años y
Nacor vivió 148 años.
Obviamente la edad de vida de los hombres se redujo bastante
luego del diluvio. decayó rápidamente de un promedio de 900
años a un total menor de 200 años.
“Después del diluvio la gente comía mayormente alimentos
de origen animal. Dios vio que las costumbres del hombre se
habían corrompido, y que él estaba dispuesto a exaltarse a sí
mismo en formaorgullosa contra su Creador y a seguir los
dictámenes de su propio corazón.
Y permitió que la raza longeva comiera alimentos
de origen animal para abreviar su existencia
pecaminosa.
Pronto después del diluvio la raza humana
comenzó a decrecer en tamaño y en
longevidad.”
Dios autorizó el consumo de los alimentos de origen
animal, el consumo de la carne, para abreviar sus años,
para abreviar su existencia pecaminosa.
Después del diluvio, gracias al consumo de la carne,
la degeneración física y mental y las enfermedades
aumentaron en el hombre.
Cabe mencionar también, que si bien Dios autorizó el consumo
de la carne, Dios no permitió el consumo de animales
inmundos.
Si bien recién en Levítico 11 vemos que Moisés escribió la ley
acerca de el consumo de animales limpios vs el consumo de animales
inmundos y vemos también por escrito la descripción de los animales
limpios y los inmundos, en el tiempo de Noé ya se conocía
la distinción entre animales limpios y animales inmundos:
Génesis 7:2
“De todo animal limpio toma contigo siete parejas, el macho
y su hembra; pero de los animales que no son limpios
sólo una pareja, el macho y su hembra.”
Esto quiere decir que Noé conocía la distinción
entre animales limpios y animales inmundos.
Por tanto, Levítico 11 es un recordatorio de Génesis 7:2.
El hombre, debido a su intemperancia, no solo come
animales limpios, sino que también consume animales
inmundos como el cerdo, el pato, el conejo, la liebre, etc.
¿Cristo comió CARNE?
Efectivamente, Cristo consumió carne de pescado
(Juan 21:9-13).
Como vimos anteriormente, en los días de Cristo, los
hombres estaban autorizados de comer animales limpios
(Levítico 11).
Debido a nuestra intemperancia usamos el hecho de que
Cristo consumió carne de pescado para justificar que podemos
consumir carne. Pero analicemos un asunto de suma
importancia: