viernes, 26 de agosto de 2016

ANTES DE DORMIR... CUANTO PESA UNA ORACION??





La balanza






   Una mujer pobremente vestida, con un rostro que 

reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y 

de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas 

cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo 

estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete 

niños y necesitaban comida.



   El dueño no aceptó y le solicitó que abandonara  la tienda.


   Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la 

mujer rogó:


“Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda"

   El dueño le dijo que no podía darle crédito, ya que no 

tenía una cuenta de crédito en su tienda.


   De pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que 

escuchaba la conversación entre el dueño de la 

tienda y la mujer. 


   El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que el 

se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia;


   Entonces el dueño, amoscado, preguntó a la mujer:


    " ¿Tiene usted una lista de compras?". 






   La mujer dijo: "Si señor";

  "Esta bien," dijo el dueño,


   “Ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su 

lista le daré en comestibles".


   La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su 

cartera un pedazo de papel, escribió algo en él y lo 

puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza.


Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro, 

cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, 

se hundió hasta el fondo y se quedo así. 


   El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo:

  "No lo puedo creer"...






   El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles 

en el otro plato de la balanza.
   

  La balanza no se movía, por lo que continuó poniendo más 

y más comestibles, hasta que se llenó.


   El dueño se quedó pasmado de asombro. 


   Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miró todavía

 más asombrado.... 


   ¡No era una lista de compra!


   Era una oración que decía●



  “QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES 

YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS"  


   El dueño de la tienda le entregó los comestibles que había 

pesado y quedó allí en silencio.  
  

 La mujer agradeció y abandonó la tienda; el cliente entregó 

un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:


   "Valió cada centavo de este billete; ahora sabemos cuanto 

pesa una oración".







EL PODER DE LA ORACION
   



   Eso es todo lo que tienes que hacer.
  

 Solo detente ahora y haz una sencilla y sincera 


oración por ti, por los tuyos.


Entonces envía el poder de la oración a amigos y familiares 


   Por favor; si no envías esta hermosa historia, solo habrás 

impedido que muchas personas se detengan

 por un minuto para orar por ti y por otras personas que 

necesitan de DIOS. 








   La oración es uno de los mejores regalos gratuitos que 

recibimos.



  No tiene costo pero si muchas recompensas.




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