Muchas son las especulaciones que han sacado acerca de
rey Saul, que si era un hombre inseguro, de baja
autoestima, celoso y practicamente malvado. Lo cierto es
que Saul viene a ser una victima en su propia historia.
Si bien es cierto que aun siendo elegido por Dios para ser la
autoridad suprema y mas que privilegiado por el primero rey
en el pueblo de israel, no es menos cierto que nunca confio
en Dios, su personalidad carente de autoridad y una
inseguridad marcada fue practicamente una de las causas
principales de su fracaso.
Con una vida sumamente intensa, llena de guerras,
polemicas, traiciones familiares y en su gavinete fue lo que
rodeo a este monarca durante su reinado.
Recuerden que David fue elegido rey aun Saul estando en
el reinado y aunque este no siguio los mandatos divinos que
les fueron impuesto por Samuel departe de Dios, conocia
muy bien a Dios y sabia que su desobediencia lo llevo a ser
desplazado como rey.
Vemos a un rey que se siente sin autoridad y aparte de eso
su hija Mical se enamora perdidamente de David aun
sabiendo que el era rival politico de su padre.
No es esa la única traición de aquel desesperado monarca,
sino que también su hijo Jonatán se hace amigo de David a
tal punto que tampoco le importa el dolor de su padre.
Finalmente su hombre de confianza el General Abner a su
muerte toma a Rispa su concubina.
Ella aparece por dos veces en la historia de la Biblia como
una figura discutida y grandiosa, portadora de un amor y de
una fidelidad cuestionable . Había sido “concubina” (una de
las mujeres) de Saúl y tras la muerte del rey fue objeto de
disputa entre Isbaal, hijo de Saúl y nuevo rey, hombre de
poca autoridad, y Abner, su general, el hombre fuerte del
reino, que está conspirando contra Isbaal, para entregar el
reino en manos de David.
Durante la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David,
Abner adquirió predominio en la casa de Saúl. Había tenido
Saúl una concubina, llamada Rispa, hija de Ayyá, y Abner la
tomó. Pero Isbaal dijo a Abner: «¿Por qué te has llegado a
la concubina de mi padre?» (2 Sam 3, 6-7).
Al apoderarse de Rispá, Abner está actuando de hecho
como nuevo rey, pues las concubinas de un rey muerto o
depuesto pasan a ser propiedad de su hijo-heredero. Pues
bien, Abner traicionó al hijo de Saúl y ofreció su apoyo a
David, que de esa manera pudo ser rey sobre el conjunto de
Israel. Pero no pudo “disfrutar” de su traición, ni mantener a
Rispa como mujer, pues Joab, el gran general de David, le
mató a traición, por celos (no quería tener un competidor) y
por cuestión de enfrentamientos anteriores (cf. 2 Sam 3,
27). A partir de aquí empieza la tragedia.
Todos sabemos el trajico fin de Saúl y sus hijos que la
misericordia de aquella mujer y su inmeso amor fue capaz
de auyentar las aves rapaces y las fieras carnivoras para
que no devoraran lo que habia sido su familia y esto movio a
misericordia el corazón de David
He aqui el relato y el triste y patético final de primer rey de
Israel Saúl.
Rispá, hija de Ayyá, tomó un sayal y se lo tendía sobre la
roca desde el comienzo de la siega hasta que cayeron
sobre ellos las lluvias del cielo; no dejaba que se pararan
junto a ellos las aves del cielo por el día ni las bestias del
campo por la noche.
Avisaron a David lo que había hecho Rispá, hija de Ayyá,
concubina de Saúl. Entonces David fue a recoger los
huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatán… y los
reunió y los reunió con los huesos de los despeñados.
Sepultaron los huesos de Saúl, los de su hijo Jonatán y los
de los despeñados, en tierra de Benjamín, en Selá, en el
sepulcro de Quis, padre de Saúl, y ejecutaron cuanto había
ordenado el rey. (cf. 2 Sam 21, 1-14).
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