jueves, 4 de febrero de 2016

TE HAS PREGUNTADO, CONOCES EL VERDADERO AMOR??


Amar realmente







Quizás cuando veas el tema dirás como muchas veces he 

dicho yo "Aahh el amor", pero lo cierto es que rara vez nos 

hemos detenido a analizar y a sentir el significado real y 

verdadero de lo que envuelve esta palabra.



Hacemos un breve análisis de nuestro entorno y vemos que 

es muy fácil amar a quien te ama, aceptar y convivir con 

personas  de tu mismo estilo de vida y circulo

 social,colegas,hasta los de la misma iglesia donde asistes. 


Enamorarte de alguien porque llena algunas de tus 

expectativas, ya sea porque es un hombre apuesto o una 

mujer hermosa, o es intelectual, buena posición social o 

económica. Lo cierto es que algo de ese alguien llena alguno

 de tus intereses.









Puede ser..                                                                                                                                                              

Abrazo que envuelve,

 palabra que consuela, 

silencio que respeta, 

alegría que contagia,

 lágrimas que corren,

 mirada que acaricia, 

deseo que satisface, 

amor que promueve. 




Y esto no es cosa de otro mundo, 

es lo que da sentido a la vida. 


Es lo que hace que la vida,

 no sea ni corta ni demasiado larga. 


Más que sea intensa, verdadera, 

pura...sincera, sin engaños ni mentiras... 

(Metamorfosis del alma)      
    

                                                      



 Cuando sientas que existe alguien  quien sin  no ser 

apuesto galán, que no posee una exuberante cuenta 

bancaria, no posee poder, ni fama y no se ajusta en nada al 

perfil que tienes trazado y sin embargo sientes que antes de 

el o ella no existió nadie mas, porque borro todos tus 

recuerdos, es capaz de llenar tu vida con tan solo una de 

sus sonrisa, entonces estas sintiendo lo que es el verdadero 

amor.     










La preeminencia del amor



  Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no 
tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o 
címbalo que retiñe.

 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los 
misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de 
tal manera que trasladase los montes, y no tengo 
amor, nada soy.

 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer 
los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser 
quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene 
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se 
irrita, no guarda rencor;

no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo 
soporta.

El amor nunca deja de ser; pero las profecías se 
acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en 
parte se acabará.

 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba 
como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui 
hombre, dejé lo que era de niño.

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas 
entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en 
parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, 
estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

1 Corintios 13.






                                               

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