jueves, 2 de junio de 2016

UNA MEDITACION ANTES DE DORMIR. A CUAL CONOCES TU??

Sobre el salmos 23





“Al final de una cena en un castillo inglés, un 

famoso actor de teatro entretenía a los 

huéspedes declamando textos de Shakespeare.

Después se ofreció a que le pidieran alguna 

pieza extra. Un tímido fraile preguntó al actor 

si conocía el salmo 23.


El actor respondió: ‘Sí, lo conozco, pero estoy 

dispuesto a recitarlo con una condición; que 

después lo recite usted’.


El fraile se sintió un poco incómodo, 

pero accedió.


El actor hizo una bellísima interpretación, con 

una dicción perfecta: ‘El Señor es mi Pastor, 

nada me falta…’ Al final, los huéspedes 

aplaudieron vivamente.


Llegó el turno al fraile, que se levantó y, tras 

un momento de silencio y cerrando los ojos, 

recitó lentamente las mismas palabras del 

Salmo. Esta vez, cuando terminó, no hubo 

aplausos, sólo un profundo silencio y el inicio 

de lágrimas en algún rostro.




El actor se mantuvo en silencio unos instantes, 

después se levantó y dijo: ‘Señoras y señores, 

espero que se hayan dado cuenta de lo que ha 

sucedido esta noche: yo conocía el Salmo, pero 

este hombre conoce al Pastor”.




El Señor es mi pastor


Salmos 23


         El Señor es mi pastor;


nada me falta.


 En verdes praderas me hace descansar,

a las aguas tranquilas me conduce,

 me da nuevas fuerzas

y me lleva por caminos rectos,

haciendo honor a su nombre.

 Aunque pase por el más oscuro de los valles,

no temeré peligro alguno,

porque tú, Señor, estás conmigo;

tu vara y tu bastón me inspiran confianza.

 Me has preparado un banquete

ante los ojos de mis enemigos;

has vertido perfume en mi cabeza,

y has llenado mi copa a rebosar.

 Tu bondad y tu amor me acompañan

a lo largo de mis días,

y en tu casa, oh Señor,

 por siempre viviré.



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