Morando bajo la sombra
del Omnipotente
Cobertura
Es todo lo que va por encima de algo, a primera
instancia, una cobertura es colocada sobre algo
con el fin de proteger o cumplir cierta función
la cual estará magnificada dentro de cierto
resguardo. En esta ocasión, abordaremos
el tema desde un punto de vista Divino.
El salmos 91 habla directamente a
los temores del ser humano y su necesidad
de protección y seguridad. Obviamente en la
atmósfera de miedo e inseguridad en que vivimos
estoy más que convencida que necesitamos una
"Cobertura especial".
Este capítulo de la Biblia, nos cae como
anillos al dedo.
Pero, habitamos nosotros al abrigo del altísimo??
Hemos puesto a Jehová como esperanza
y escudo??
Aveces somos ligeros a acusar a Dios de todo
lo malo que nos pasa... pero, somos de los que
solo nos acordamos de él en momentos de apuro?
Es hermoso vivir confiados en que la mano
poderosa del omnipotente actúa en los momentos
que más necesitamos y que muchas veces pasan
cosas en nuestras vidas que con lagrimas en los
ojos tenemos que admitir y expresar....
Dios lo hizo!!
Está claro que la protección de Dios a
los que se acercan a Él era una convicción
centrada fundamentalmente en la mente
del autor.
En el Salmo 91:1-2, nos describe especificamente
la cobertura de seguridad que Dios tiene para
nosotros. una descripción especial de lo que
él nos ofrece.....
Abrigo y Refugio.
Nos menciona su sombra, sus alas
y sus plumas.
Es maravilloso tener al Eterno como cobertor.
Salmos 91
El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo
mío; Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del
día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Jehová, que es mi
esperanza, Al Altísimo por tu habitación.
No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará
tu morada, Pues a sus ángeles mandará
acerca de ti, Que te guarden en todos tus
caminos.
En las manos te llevarán, Para
que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león
y al dragón.
Por cuanto en mí ha puesto su amor,
yo también lo libraré; Le pondré en alto,
por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
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