miércoles, 10 de mayo de 2017

ANALIZANDO EL SALMOS 91..




Morando bajo la sombra


 del Omnipotente













Cobertura 


Es todo lo que va por encima de algo, a primera

 instancia, una cobertura es colocada sobre algo

 con el fin de proteger o cumplir cierta función 

la cual estará magnificada dentro de cierto 

resguardo. En esta ocasión, abordaremos 

el tema desde un punto de vista Divino.













El salmos 91  habla directamente a 

los temores del ser humano y su necesidad 

de protección y seguridad. Obviamente en la

 atmósfera de miedo e inseguridad en que vivimos 

estoy más que convencida que necesitamos una 



"Cobertura especial". 







Este capítulo de la Biblia, nos cae como

 anillos al dedo.


Pero, habitamos nosotros al abrigo del altísimo??

Hemos puesto  a Jehová como esperanza 

y escudo?? 


Aveces somos ligeros a acusar a Dios de todo

 lo malo que nos pasa... pero, somos de los que 

solo nos acordamos de él en momentos de apuro?







Es hermoso vivir confiados en que la mano 

poderosa del omnipotente actúa en los momentos 

que más necesitamos y que muchas veces pasan 

cosas en nuestras vidas que con lagrimas en los

 ojos tenemos que admitir y expresar....


Dios lo hizo!!





Está claro que la protección de Dios a

 los que se acercan a Él era una convicción


 centrada fundamentalmente en la mente 

del autor. 


En el Salmo 91:1-2, nos describe especificamente

 la cobertura de seguridad que Dios tiene para

 nosotros. una descripción  especial de lo que 

él nos  ofrece.....


Abrigo y Refugio.














Nos menciona su sombra, sus alas 


y sus plumas.




Es maravilloso tener al Eterno como cobertor.




Salmos 91




El que habita al abrigo del Altísimo



    Morará bajo la sombra del Omnipotente.



Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo


 mío; Mi Dios, en quien confiaré.



El te librará del lazo del cazador,



De la peste destructora.




Con sus plumas te cubrirá,



Y debajo de sus alas estarás seguro;


Escudo y adarga es su verdad.



No temerás el terror nocturno,



Ni saeta que vuele de día,


Ni pestilencia que ande en oscuridad,



Ni mortandad que en medio del


 día destruya.




Caerán a tu lado mil,



Y diez mil a tu diestra;


Mas a ti no llegará.



Ciertamente con tus ojos mirarás



Y verás la recompensa de los impíos.



Porque has puesto a Jehová, que es mi 


esperanza, Al Altísimo por tu habitación.



No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará 


tu morada, Pues a sus ángeles mandará 


acerca de ti, Que te guarden en todos tus 


caminos.




En las manos te llevarán, Para 


que tu pie no tropiece en piedra.



Sobre el león y el áspid pisarás;



Hollarás al cachorro del león 


y al dragón.




Por cuanto en mí ha puesto su amor,


 yo también lo libraré; Le pondré en alto,


 por cuanto ha conocido mi nombre.



Me invocará, y yo le responderé;



Con él estaré yo en la angustia;


Lo libraré y le glorificaré.




Lo saciaré de larga vida,



Y le mostraré mi salvación.




Reina-Valera 1960 (RVR1960)








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